Quien sabe si fue la conciencia o el temor a la maldición de la momia, el caso es que un anticuario neoyorquino confesó ser el autor de una numerosa importación ilegal de obras egicpias desde Egipto a Estados Unidos. El susodicho traficante, de nombre Morris Khouli, reconoció que incluso llegó a introducir en el país americano un sarcófago egipcio. La noticia no aclara si el sarcófago llevaba dentro a su inquilino o estaba vacío.
La broma le costará a este ciudadano un juicio en el que podría ser condenado hasta 20 años de prisión por "contrabando de bienes culturales de Egipto a Estados
Unidos y declaraciones falsas a las autoridades", según un comunicado
del fiscal de Nueva York.
Entre las obras más preciadas que este ciudadano introdujo de manera ilegal se hallan el citado sarcófago, tres ataúdes, varios modelos de barcas funerarias y una colección de ushebtis. Habrá que esperar el resultado de esa condena...
Fuente: Departamento de Justicia de Nueva York
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