El servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Lugo trata de determinar el origen de un agujero que hizo que se hundiese el terreno a los pies de la Muralla romana de la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, concretamente en los jardines perimetrales que rodean al monumento y que son de competencia municipal. El agujero fue detectado el pasado viernes -día 22 de febrero- por los operarios de la empresa concesionaria del mantenimiento de esos jardines, concretamente en las inmediaciones de la Rúa Nova, que dieron aviso al departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Lugo. El gobierno local dio orden de vallar toda la zona y comunicó esta incidencia al servicio municipal de Arqueología, cuyos expertos tratan ahora de determinar las causas por las que se hundió el terreno. En declaraciones a Efe, el alcalde de Lugo, el socialista José López Orozco, confirmó que, en principio, trabajan con dos hipótesis, que sea parte del foso rodeaba la Muralla romana de la ciudad o que sea el pozo de una de las casas que estaba adosada al monumento a mediados del siglo pasado. López Orozco reconoció que los arqueólogos, al menos a priori, se inclinan más por la posibilidad de que se trate de "un pozo que quedó mal tapiado en 1972", cuando se derrumbaron las últimas casas adosadas a la Muralla, y que "las últimas lluvias provocasen que se hundiese el terreno". En todo caso, Orozco subrayó que esta circunstancia puede ofrecer "una buena ocasión" para seguir profundizando en el conocimiento sobre la "cimentación de la Muralla", por lo que el Ayuntamiento de Lugo hará llegar el informe de su departamento de Arqueología a la Dirección Xeral de Patrimonio. EFE
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