Dos extraordinarias estatuillas femeninas de bronce de los siglos V-IV a.C. han salido a la luz en Tarquinia, cerca del área arqueológica etrusca de Gravisca, durante la campaña anual de excavaciones llevadas a cabo por el profesor Lucio Fiorini, de la Universidad de Perugia, en colaboración con la Superintendencia de Patrimonio Arqueológico del sur de Etruria. Exvotos enterrados El descubrimiento de los dos excepcionales hallazgos tuvo lugar en el interior de la capilla dedicada a Deméter, donde también salieron a la luz un thymiaterion (tipo de incensario o quemador de incienso), también en bronce, y la tapa de una píxide de marfil con la representación de una sirena. Los objetos, según los expertos, podrían dar testimonio de los últimos momentos dramáticos de la vida del santuario empórico en el 281 a.C., cuando, temiendo por la inminente llegada del ejército romano, los últimos devotos enterraron, para protegerlos de la destrucción, todos los exvotos más preciosos, salvaguardando la memoria de la secular devoción que hasta entonces había animado el área sagrada de Gravisca.
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