Walter Alva descubre santuario religioso con influencia Chavín

Un santuario religioso de más de tres mil años de antigüedad fue descubierto por el arqueólogo Walter Alva Alva, director del Museo Tumbas Reales de Sipán (Lambayeque); quien trabajó junto a cinco arqueólogos de la Unidad Ejecutora Naylamp. El templo fue hallado en el centro poblado de Congona, distrito de Cañaris, provincia lambayecana de Ferreñafe; a más de 2,800 metros sobre el nivel del mar y a seis horas de Cañaris. Las excavaciones siguieron los métodos rigurosos de la Arqueología, estableciéndose 10 trincheras que debían terminar el núcleo del santuario; así como cuatro montículos cubierto de escombros para definir sus formas arquitectónicas. Alva indicó que este templo, que habría sido utilizado para rendir culto al agua, confirmaría el mito respecto a que la cultura Chavín habría tenido mucha influencia en su periodo expansivo a lo largo del Perú. Asimismo, detalló haber encontrado ceramios que serán analizados y que servirán para sustentar la solicitud de la puesta en valor de este nuevo hallazgo, que se realizó con el apoyo económico del Proyecto Minero Cañariaco. En el centro del lugar se aprecia un muro longitudinal y grandes bloques. Al oeste el nivel cambia y se identifican superficialmente bloques de piedra de perfecto acabado, sorpresivamente se descubre uno de ellos grabado con imágenes de serpientes y enigmáticas combinaciones. Asimismo en el frente oeste se define una fachada escalonada que no llega a ser una escalera. Los muros de contención soportan rellenos de piedra. Mientras que en el frente norte, el de mayor altura sobre el terreno circundante, es también escalonado con grandes muros afectados por la naturaleza que en su tiempo debieron formar una imponente fachada. Finalmente en la parte sur, las excavaciones progresivamente fueron revelando el acceso a la parte superior del templo, una escalera de perfecto acabado marcaría uno de los momentos más importantes del edificio, sin embargo por debajo existe una escalera más rústica y antigua. Ambas conducían hasta la parte superior y central donde al momento final debía encontrarse los monolitos, los más importantes objetos de culto. El arqueólogo Walter Alva explicó que la excavación tuvo una duración de un mes y las investigaciones tienen un avance del 70%. Espera que –ahora- el Estado ponga la puesta en valor del proyecto con la finalidad que sea declarado como monumento histórico de la Lambayeque. “Esperamos que haya una iniciativa del gobierno central, el proyecto lo presentaremos a la Unidad Ejecutora Naylamp y puedan realizar las gestiones para conseguir un presupuesto y se continúe con las investigaciones”, dijo el arqueólogo, quien aseguró que el lugar será cuidado por los mismo pobladores de la zona. Además refirió que la empresa minera Candente Coopper comprometió para estas investigaciones arqueológicas un fondo de 50,000 dólares. "Esta es un primera etapa que se ejecutó y que permitirá que el Estado intervenga en lo que significa su puesta en valor", sostuvo. La gerente general de Candente Coopper, Joanne Freeze resaltó el trabajo realizado por Walter Alva y dijo que el apoyo dependerá de las gestiones que se realicen con el arqueólogo.