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jueves, 21 de septiembre de 2017

En busca del nexo egipcio de A Miserela


En el corazón de la salvaje naturaleza de las piscinas pobrenses del río Pedras (Pobra do Caramiñal, A Coruña), descansan los restos de un antiguo convento que fuera fundado por frey Gonzalo Mariño en el 1392, sobre el llamado eremitorio de San Xoán da Miserela. También se escuchan ecos de leyendas que aluden a la llegada de un santo en una embarcación de piedra, y que perduran en este lugar a través de un vestigio pétreo denominado barca de San Xoán. A pesar del paso de los siglos, este yacimiento arqueológico nunca había sido objeto de estudio. Hasta el inicio de esta misma semana.

Un grupo de arqueólogos e historiadores -que guardan vinculación con el Grupo de Estudos para a Prehistoria do Noroeste (GEPN) de la USC-, capitaneado por Ezequiel Lago Mallo, han conseguido el permiso de las autoridades y la comunidad de montes para llevar a cabo una ambiciosa investigación en este recinto religioso bajomedieval (período comprendido entre el siglo XI y el XV) que sigue una pista mucho más lejana, el antiguo Egipto.«A principal pregunta que nos fixemos foi a de: debería haber algo aí antes para que os eremitas se desprazaran ata tan lonxe?», lanzó al aire el director de la investigación, en alusión a un terreno abrupto y en pendiente, que dificulta la construcción de estructuras en cualquier período histórico. De esta forma, el equipo tratará de hallar evidencias para confirmar una de sus hipótesis principales, la de que podríamos estar ante uno de los primeros eremitorios fruto de la influencia del ascetismo cristiano de Egipto.

Primeros hallazgos

«O proxecto consiste en facer unha avaliación arqueolóxica previa para poder identificar e contextualizar o xacemento», explicó Lago de unas tareas que abarcarán una serie de tres sondajes, a través de catas de dos metros cuadrados por dos, así como la limpieza y desbroce de maleza para sacar a la luz los restos arquitectónicos que se conservan en la actualidad.El pasado lunes, jornada de inicio de los trabajos, los expertos ya encontraron dos decenas de piezas de cerámica que serán enviadas a datar al término de la campaña. No obstante, las estimaciones realizadas las encuadran en el siglo XVIII, después de que el recinto dejara de tener actividad, ya que esta finalizó en el año 1474. Las dos primeras catas se localizan bajo un muro de contención y en el edificio principal del conjunto. Cabe destacar que el equipo también ha hallado restos de tejas y objetos actuales como pilas o una lata de conservas, por lo que la búsqueda tendrá sobresaltos. Por otra parte, los trabajos realizados servirán de punto de partida para futuras actuaciones en el lugar y de cara a ampliar los recursos históricos y turísticos de los que dispone A Pobra. Para ello, este proyecto cuenta con el apoyo de una partida económica de la Consellería de Traballo y de la Dirección Xeral de Xuventude e Voluntariado.

Fuente:lavoz.es

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